La sobrevivencia de lo cotidiano




Somnífera estrella de mar

No te encuentro en ninguna parte,
ni en el soundtrack
que llegó a 1.15 gigabytes,
262 canciones exactamente si me has de preguntar
(…inéditas pensé 100 más).

De las fotografías ha huido tu expresión,
no estás más en la estatua-altar
ni en el desasosiego de mis gatos maullando.

Es triste sólo encontrarte en las letras
porque verte a diario es ver
                                    silencio
                      no precisamente del bueno
                                    silencio  
                       no enigma,
no intriga, no intima.

Silencio
no porque quieres
sino porque temes,
silencio como escondite
no como búsqueda,
es silencio
porque por dentro se te ve gris
y no púrpura.

Somnífera estrella
que nunca despierta,
no te encuentro
ni te quiero encontrar,
porque quedaste justo
justo
en el punto divisorio
entre irte y quedarte,

entre la arena y el mar.


La sobrevivencia de lo cotidiano

Necesito una gaveta
para guardar lo que sobrepasa lo bello 
y se revienta en mis ojos
(no puede durar más que el parpadeo)
me asusta su temblor en mis palmas,
es una estrella enferma,
me da temor mantenerla
 como un sólo polvo

Por eso voy como una momia,
dueña del desvelo,
son tres días los que no duermo
por amontonar en un blog
las películas
que se hicieron voz propia,
ordenar maniáticamente
            mi biblioteca de música,
el corazón abierto
desmembrado por categorías
en la sala del quirófano
de mi computadora

No puedo detenerme
soy una cleptómana de la belleza,
necesito fotografiar lo intacto,
tengo miedo de salir a la calle
andar entre la gente sin mi música,
tengo miedo
de que lo que siento no me sienta
de que lo que me mueve
no transforme mi caminar
en el tango de un cienpies.

No quiero sobrevivir lo cotidiano
sin una bolsa de sorpresas, unas gafas marcianas,
sin un sapo cantante, sin una lámpara mágica
no puedo amar sin el deseo
de deformar las facciones de lo bello, usar las manos,
ensuciarlas con otras formas, moldearlas en el fango,
arrancarle los ojos a las cosas,
hacerle un homenaje a las ruinas
y encontrar la belleza que demuela todos los moldes, 
la belleza que aunque lo intente
no pueda guardar en una gaveta.


1 comentario:

  1. entras en la opacidad cotidiana para dejarnos estas hermosas expresiones dialecticas, porque por le menos para mi te introduces en la medula de la tristeza, la melancolia, la nostolgia de querer comprender el mundo, para que nos explique, porque es como es?
    No quiero sobrevivir lo cotidiano
    sin una bolsa de sorpresas, unas gafas marcianas,
    sin un sapo cantante, sin una lámpara mágica
    no puedo amar sin el deseo
    de deformar las facciones de lo bello, usar las manos,
    ensuciarlas con otras formas, moldearlas en el fango,
    arrancarle los ojos a las cosas,
    hacerle un homenaje a las ruinas
    y encontrar la belleza que demuela todos los moldes,
    la belleza que aunque lo intente
    no pueda guardar en una gaveta.

    Te asemejas a mi con tus palabras, tus sentimientos, tus dudas,
    y por eso son como si fueran mias. Todo conduce a la frialdad de la existencia humana y su significado.
    Gracias, otra vez, mil gracias
    Alain Gracio

    ResponderEliminar